martes, 5 de junio de 2007

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires votó como Francia (Nacionalización de la elección)

Hace unos días, cuando se acercaba al 25 de mayo, escribíamos en esta página el giro de 180º dado por el electorado en Francia al darse cuenta que el facilismo de izquierda (Socialismo) llevaba al mismo lugar que el absolutismo de izquierda (comunismo), al fracaso social, al estancamiento económico.
El pasado domingo la ciudadanía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires siguió el ejemplo francés y por amplia mayoría votó a Mauricio Macri (la suma del segundo y el tercer candidato más votado no alcanzó la cifra del primero). Fue un paso lógico puesto que desde la declaración de Autonomía de la ciudad en 1995, el voto del electorado se había inclinado a las opciones de izquierda (sea que consideremos a la misma como centro izquierda o izquierda a secas), y el resultado está a la vista: la educación y la salud están devastados, las calles parecen minadas y se encuentran con iluminación deficiente, falta seguridad (recordemos el slogan publicitario de Aníbal Ibarra adueñándose de los logros de su jefe Moreno Ocampo como Fiscal, puesto que era su secretario, y diciendo que conocía la cara del delito por lo que sabría cómo combatirlo) y una larga lista de problemas entre los cuales se destaca el tema de las frecuentes inundaciones que provocan que en ciertas zonas como Belgrano se acumule casi un metro de agua cuando solo caen unas cuantas gotas de lluvia. Y aquí conviene recordar que ya Fernando De La Rua había prometido que con dos años de trabajo el problema se solucionaba. Recordemos al ingeniero Abel Fatala con su casco en medio de las “¿obras?”, luego pasó Enrique Olivera (el domingo candidato a Vice de Telerman) y más tarde Aníbal Ibarra (el domingo su lista fue la principal aportante de diputados para la lista del Ministro de Educación de la Nación Filmus con seis, la lista del Ministro de Salud de la Nación apenas aportó dos con lo cual el Frente para la Victoria no pudo renovar los nueve que ponía en juego) a que fue Jefe de Gobierno durante ¡seis años! sin solucionar nada, finalmente y luego del desastre de Cromañon pasaron otros dos años bajo la conducción de Telerman con idéntico resultado.
Tras la estrepitosa derrota en primera vuelta el Gobierno Nacional salió aún con más estrépito que en las semanas anteriores a la elección a Nacionalizar la campaña, imposibilitado de hacer clientelismo como en las provincias debido a la cercanía de todo que hay en la Capital con los riesgos de mostrar un típico accionar en el interior y el conurbano, el Gobierno hace declaraciones poniendo como eje de discusión el “proyecto de país”, sobre la problemática que afecta a Buenos Aires nada. El problema es que el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sólo se ocupa de los problemas de los habitantes de la ciudad, no de los problemas de la Nación, los cuales Constitucionalmente corresponden al Gobierno Federal en sus tres cuerpos, Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Por lo tanto no hay nacionalización posible en el debate, salvo que se reconozca que lo que persigue y le interesa a Kirchner y sus laderos es una hegemonía un tanto alejada de los principios republicanos proclamados por la Carta Magna, una hegemonía que le permita seguir prepoteando al Poder Judicial para que actúe según sus antojos tal y como lo hace el Poder Legislativo.
Claro está que fuera de las críticas contra Macri poco puede ofrecer Filmus pues su mayor apuesta fue el “asegurar un salario mínimo de $ 1.050 a los maestros de todo el país” como Ministro de Educación de la Nación, claro que del “enorme superávit fiscal” constantemente alardeado la Nación no estaba dispuesta a invertir un solo peso (y vaya si esto le trajo problemas al gobierno con los reclamos que desató principalmente en la propia Provincia del Presidente) y para peor como muestra del estado en que se encuentra la educación, mientras se votaba a Jefe de Gobierno en una escuela se caía el techo. A reforma educativa llevada adelante por el gobierno Nacional promete un importante incremento en el presupuesto educativo, pero dentro de varios años y cuando tal vez estos funcionarios ni siquiera estén en funciones, de hecho Kirchner insinúa que no se presentará a la reelección, mientras tanto las escuelas, los colegios y las Universidades de todo el país sufren parates por falta de inversión presupuestaria, sea en infraestructura, capacitación y sueldos docentes y ahora, tras el papelón internacional con la elección del rector de la UBA, se suma la posibilidad, alentada en su momento por conveniencias del Gobierno, de que los centros de estudiantes (nunca más de un par de decenas de personas) no estén de acuerdo en algo para que tomen los establecimientos y no haya clases, mientras tanto de estudiar y poder enseñar en condiciones óptimas se está tan lejos como de ideas concretas el “proyecto de nación” del Gobierno.
A modo de colofón, merecen un párrafo las declaraciones de la Ministro de Economía Miceli, hoy dijo que hay que separar la público de lo privado, y deslizó que Macri se debe quedar allí en lo privado, habría que aclarare a la Ministro que para que las cosas funcionen lo público y lo privado deben ir de la mano. Pero sobre este tema hace un tiempo el “sacrificado” Ministro del Interior Aníbal Fernández había dicho que como funcionario perdía dinero pues si dedicara su tiempo a la vida privada ganaría más que como funcionario, con todo respeto por l hombre de Quilmes me permito mis dudas al respecto puesto que tanto como Intendente primero y como funcionario Provincial y Nacional luego, no ha tenido un solo proyecto exitoso y durable, lo cual me lleva a pensar que como “privado” sería un buen empleado del montón (cosa que a decir verdad es hoy de Kirchner, como lo fue en el pasado de Menem y más acá en el tiempo de Duhalde) pero difícilmente ganaría lo que hoy gana en blanco.Finalmente volviendo a la Ministro Miceli le aclaramos algo, en la gran depresión de los treinta, en los Estados Unidos, cuando la quiebra de Wall Street provocó grandes cambios económicos, el gobierno del país del norte no se aferró a los hombres 2públicos” sino que para resolver el problema financiero se recurrió al sector privado buscando en él a los hombre más técnicamente capaces y llamó a J. P. Morgan, el fundador del banco, y con él nació la actual Reserva federal, reserva en la cual la Ministro confía las reservas del BCRA. Lo público y lo privado lo conforman los mismos hombres y mujeres, y si gente capaz del ámbito privado busca ocupar un lugar en el ámbito público, máxime cuando como dice Aníbal Fernández los que ocupan esos lugares se están sacrificando, es aplaudible, salvo por aquellos que por falta de ideas temen perder un ámbito que consideran propio para su desarrollo a expensas de los contribuyentes.