lunes, 30 de julio de 2007

Libertad de Prensa

El Gobierno Nacional, luego de un informe no favorable hacia Cristina (que es Kirchner y además Fernández), acaecido en momentos en que se despliega todo el arsenal electoral posible (como ser una medida resistida por el mismo gobierno y necesaria desde un par de años atrás como la suba de la base imponible en ganancias, aumentos de asignaciones familiares, todas a comenzar su efecto en octubre y varias otras como aumentos a jubilados, muy probablemente sólo a los básicos, y todas las que se sumaran hasta las elecciones. Todo bajo un extraño, repentino y afortunado aumento del dólar, aumento que permitirá gracias a los ingresos por las retenciones a las exportaciones suplir en el tesoro nacional todas esas concesiones a aquellos que ganan de tres mil pesos en adelante, o menos de cuatrocientos, aunque al costo de una nueva depreciación en el bolsillo de los supuestos beneficiados que afortunadamente para los funcionarios no se ve a primera vista.) “solicitó” a canal 2 América Televisión el levantamiento del ciclo del periodista Antonio Laje. Claro está que esa solicitud fue acompañada por la amenaza de cortar la publicidad oficial, que en un mercado tan deprimido como el Argentino es un beneficio que sólo unos pocos, sobran los dedos de una mano para contarlos, se pueden dar.
El populismo de los Kirchner llega tal punto que aún no se animan a tocar a otros periodistas de medios mucho más masivos (Por ejemplo al Dr. Mariano Grondona en Radio 10 pues lidera la audiencia) por temor a la reacción negativa de la gente.
Pero esto puede solucionarse con el paso del tiempo, para eso están recibiendo lecciones aceleradas del amigo Chavez, ya que en Venezuela, país que gobierna el “demócrata socialista” hay plena libertad de prensa, eso sí, siempre y cuando los medios digan lo que quiere el mandamás presidente.
Los primeros pasos están dados, el control de constitucionalidad de nuestro país es privativo de los Jueces de la Nación, el gobierno al reformar el Consejo de la Magistratura metió alevosamente las manos en el funcionamiento judicial y los primeros efectos están a la vista, los jueces deben fallar lo que el ejecutivo considera inconstitucional o injusto o se atienen a sus reprimendas, y ni puede ocurrírseles investigar a uno de los funcionarios (caso de Nilda Garré) pues de forma automática recibirán un Juri de enjuiciamiento en un recinto gobernado por los representantes del afectado. Para ser más claros es como si en un juicio el acusado pudiera ordenar encarcelar al juez si este no falla que es inocente. En esta dirección nos llevó Néstor, pero a no preocuparse porque “El cambio recién empieza…” con Cristina.

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